El masaje como técnica para el desarrollo sensorial y la interrelación afectiva
- Cuando está tumbado boca arriba, colocar los pulgares del adulto dentro de las palmas de las manos y con el resto de dedos se sujetan las muñecas del bebé sin tirar de ellas. Flexionar y estirar primero los dos brazos al mismo tiempo cinco veces, después alternar los brazos otras cinco veces.
- Sujetar los brazos del mismo modo y, con suavidad, dirigirlos hacia arriba a ambos lados de la cabeza, después bajarlos colocándolos pegados al cuerpo.
- Con las manos en la misma posición, estirar los brazos suave y lentamente colocándolos en cruz y luego cruzarlos sobre el pecho.
- Con la posición en cruz del ejercicio anterior, describir un círculo amplio a la altura de la cabeza, abandonar el ejercicio si se observa resistencia por parte del bebé.

Estimular la experimentación sensorial
- Al cambiar el pañal, soplar un poquito la zona que se ha humedecido con la toallita o la esponja para que perciba la sensación.
- Alternar la reproducción de música relajante y estimulante para que perciba las diferencias rítmicas.
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- Colocar las manos del bebé sobre una lámpara o juguete musical para que perciba las vibraciones de los sonidos
- En momentos de receptividad del bebé, jugar a encender y apagar la luz. Si hay luz natural se puede bajar y subir la persiana o correr y descorrer la cortina. Mientras se juega al «claro-oscuro», hablar con dulzura al bebé para que se sienta tranquilo y seguro.
- Mojar las manos del bebé alternando el agua fría (unos 20° aproximadamente) y caliente (sobre 36°).
- Colocar junto al bebé una bola de algodón impregnada de leche materna, en otros momentos una bola con unas gotas de la loción que usa el padre, del perfume de la madre, de su colonia infantil, de aromas de vainilla, lavanda, árbol del té, etc.
- Llenar la bañera del bebé con agua tibia y coloca varios juguetes flotantes de diversos tipos, tamaños, colores y texturas. Deja que el bebé toque, chapotee y experimente con el agua. También es posible jugar fuera de la hora del baño, llenando un pequeño barreño con agua y colocando al bebé al lado para que juegue.

Sostener objetos con prensión involuntaria y agitarlos.
- Enseñar al bebé a sostener objetos, de diferentes tamaños y texturas, cerrando suavemente los dedos sobre dichos objetos y retirar, poco a poco, la ayuda. Dirigir sus manos para que aprenda a manipularlos.
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- Colgar diferentes objetos de la cuna (algunos móviles de los que existen en el mercado, pañuelos de colores, tiras de papel charol de color, lazos de raso, etc.) de forma que pueda tocarlos con la mano. Pronto tratará de alcanzarlos, consiguiendo que se muevan. Este pequeño logro le ayuda a sentir la satisfacción de conseguir modificar algo del entorno que comienza a descubrir.
- Acariciar los dedos uno a uno, dando un masaje desde la palma de la mano, sobre todo por el índice y el pulgar.
- Abrir y cerrar las manos del bebé. Dirigir la mano abierta para que toque diferentes texturas (suaves, ásperas, rugosas, cálidas, frías, etc.).
- Levantar las manos del bebé dentro de su campo visual y unirlas frotando suavemente.
- Agitar ligeramente el sonajero dentro del campo visual del bebé durante unos instantes. Ayudarle después para que lo sostenga y lo agite obteniendo el sonido.
- Dirigir sus manos abiertas para que acaricien el rostro y el pelo de mamá y de papá.
- Dirigir las manos del bebé para que acaricien partes de su propio cuerpo desde la cabeza hacia los pies.
- Dejar sonajeros y mordedores al alcance del bebé para que intente manipularlos durante los períodos de tiempo que está solito. Hay que ayudar al bebé para que toque y agarre todo tipo de objetos pero, nunca dejar a su alcance los que pueden representar peligro cuando está solo.

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