• Levantar y ladear la cabeza cuando está tumbado sobre el estómago.
  • Patalear de forma alternativa. Mantener las piernas extendidas cuando está tumbado.
  • Reconocer estados de ánimo en las personas de su entorno.
  • Atrapar y sujetar objetos cercanos.
  • Seguir con la vista un objeto en movimiento.
  • Volver la cabeza hacia la persona que le llama.
  • Jugar con sonidos consonánticos.

Levantar y ladear la cabeza cuando está tumbado sobre el estómago.

  1. Dejarle al bebé algunos ratos tumbado boca abajo obre una alfombra, un edredón o una colchoneta y colocar a su alcance algún muñeco pequeño de trapo, animalitos de goma blanda o mordedores fáciles de agarrar. Mostrarle el modo de explorarlos.
  2. Tumbarse al lado derecho del bebé y hablarle utilizando diferentes entonaciones. Repetir la actividad en el lado izquierdo.
  3. Colocar al bebé boca abajo y mover un objeto luminoso (linterna, encendedor, lámpara que proyecta figuras, etc.) de izquierda a derecha y de arriba abajo, intentando que el bebé pueda seguir la trayectoria ladeando su cabeza.
  4. Tumbado boca abajo, mostrarle láminas con colores vivos o dibujos atractivos desplazándolos lentamente de derecha a izquierda y de abajo a arriba.
  5. Colocar en la zona alta de los laterales de la cuna algunos platos de cartón o plástico con caras dibujadas.
  6. Poner al bebé boca abajo en una alfombra, manta de actividades o edredón y acariciarle la espalda para que enderece el tronco y la cabeza. (Aunque el tronco ya se mantiene bastante firme, la zona lumbar aún se arquea un poco.)
  7. Estando boca abajo sobre una superficie dura, apoyado en los antebrazos, atraer su atención desde diferentes posiciones mostrándole un objeto sonoro (campanilla, cascabeles, tentetieso musical, etc.).
  8. Tumbar al bebé boca abajo, delante de un espejo, y atraer su mirada hacia la imagen reflejada. Mover al bebé hacia los lados, lentamente, intentando que siga con la mirada, el movimiento de su cuerpo, en el espejo.

Patalear de forma alternativa. Mantener las piernas extendidas cuando está tumbado.

  1. Colocar diferentes objetos en sus pies de forma que pueda palparlos. Ofrecérselos después para que los manipule libremente.
  2. Contar un cuento breve mientras se colocan las láminas o ilustraciones correspondientes en su campo visual. Observar el movimiento de sus piernas cuando ve los diferentes personajes.
  3. Colocar las manos del adulto de forma que los pies las golpeen al patalear, cada vez que el bebé contacte con la mano decir «plas», «plas».
  4. Colgar en la cuna tiras de plástico de colores, papel celofán o de aluminio de forma que el bebé pueda golpearlas con los pies y observar el movimiento al mismo tiempo. También se puede utilizar un juguete de cuna sonoro para este fin.
  5. Poner al bebé boca abajo en el suelo o sobre una colchoneta y apoyar la palma de la mano contra sus pies. Al contacto, empujará con fuerza extendiendo las piernas completamente.
  6. Estimular al bebé para que mueva libremente las piernas cuando está tumbado en la cuna o en la colchoneta. Siempre que sea posible, dejar las piernas desprovistas de ropa.
  7. En el momento de cambiar los pañales, aprovechar para jugar a pedalear con sus piernas, primero con una, luego con la otra y finalmente con las dos de forma alternativa. Repetir esta actividad a la hora del baño, chapoteando en el agua con las
  8. piernas.
  9. Coser un cascabel a los calcetines o los patucos del bebé (conviene asegurarse que no se desprenderá de ningún modo). Observar si disfruta con los sonidos de los cascabeles cuando mueve las piernas.

Reconocer estados de ánimo en las personas de su entorno.

  • Fingir sueño, bostezando y frotándose los ojos. Acostarse al lado del bebé simulando que está dormido. Pasados unos instantes, abrir los ojos y sonreír con alegría.
  • Imitar diferentes expresiones faciales sencillas delante del bebé: reír, llorar, cara de enfado, etc. Manifestar alegría abrazando al bebé cuando se observe alguna respuesta a los cambios en la expresión facial.
  • Dibujar rostros grandes para que asocie las expresiones faciales con diferentes estados de ánimo. Enseñar primero uno que muestra tristeza, luego otro sonriente, mientras el adulto imita las expresiones.
  • Jugar con el bebé frente al espejo dramatizando estados de ánimo, con expresiones faciales y entonaciones de la voz: tristeza, llanto, enfado, sorpresa, desagrado, asco, ternura, alegría, miedo, etc.
  • Contar cuentos cortos o experiencias exagerando la expresividad gestual del rostro y la entonación.

Atrapar y sujetar objetos cercanos.

  • Si se estimula diariamente, alrededor del sexto mes (e incluso antes), el bebé adquiere conocimientos sobre la permanencia de los objetos. Para estimular este logro se puede nombrar un objeto situado en su campo visual y, lentamente, desplazarlo hasta un lugar donde el bebé no pueda verlo. Preguntarle por el objeto atrayendo su atención hasta el lugar donde se encuentra.
  • Sentar al bebé sobre el regazo y ofrecerle un objeto para que lo manipule (muñecos pequeños de goma blanda, pañuelos, calcetines, animalitos de plástico, mordedores fáciles de agarrar, etc.). De vez en cuando, desplazar el objeto delante del bebé hasta una zona en la que lo pierda de vista y hacer que regrese al lugar original.
  • Tumbar al bebé boca abajo en el suelo o sobre una colchoneta y poner a su alcance diferentes objetos para que los agarre. No hay que colocar demasiados al tiempo, es mejor colocar dos o tres y, cuando parezca que decae el interés del bebé, cambiarlos por otros.
  • Para que el bebé aprenda a relacionarse con los objetos de su entorno, en todos los momentos y actividades del día, mostrar y nombrar los objetos que se utilizan: las prendas al vestirle,
  • el biberón y otros utensilios para la alimentación, útiles de aseo, etc. Siempre que no represente peligro, permitir que explore los objetos.
  • Ofrecer al bebé objetos grandes para que los agarre con las manos abiertas: una pelota grande, una caja de cartón, el paquete de toallitas húmedas, un muñeco de peluche, pelotas de diferentes texturas, etc., dirigiendo sus manos hasta que sea capaz de hacerlo solo. Después, colocar en sus manos objetos pequeños que agarra cerrando el puño. Mucha atención con los objetos demasiado pequeños, una vez terminada la actividad, hay que retirarlos de su alcance.
  • En un tubo de plástico transparente, meter canicas de diferentes colores y taparlo bien. Al manipularlo, el bebé mueve el tubo y las bolas ruedan de un extremo a otro.
  • Dejar a su alcance dos juguetes diferentes para que elija el que prefiere agarrar. Retirar durante unos minutos el que no ha sido elegido y mostrarlo después.

 

Seguir con la vista un objeto en movimiento.

  1. Colocar delante del bebé juguetes que se mueven al tirar de la cuerda, y estimular para que los siga con la mirada. Permitir después que los manipule libremente.
  2. Mostrarle un llavero, esconderlo para que él lo busque con la mirada y hacerlo aparecer. Repetir esta actividad con diferentes objetos.
  3. Escenificar una conversación con un muñeco de guiñol, moviéndolo lentamente dentro del campo visual del bebé.
  4. Cuando el adulto realiza cualquier actividad cotidiana, distanciado del bebé pero dentro de su campo visual, puede atraer su atención hablando para que siga los movimientos que realiza.
  5. Intentar que el bebé siga con la mirada un objeto (un plato de papel con un rostro dibujado, una lámina con diseño de tablero de ajedrez, un ojo de buey, etc.) que le muestra el adulto cuando está tumbado boca arriba en la cuna o sentado en su silla.
  6. Botar una pelota pequeña, como las de ping-pong, sobre una mesa, de forma que el bebé pueda verla.
  7. Sin que el bebé lo vea, el adulto hace sonar un cascabel o una campanilla atrayendo su atención. Mostrar el objeto para que lo vea y desplazarlo lentamente dentro de su campo visual.
  8. Sosteniendo al bebé en posición vertical, por debajo de las axilas, delante del espejo, balancearlo suavemente de arriba abajo y de un lado a otro, intentando que centre la mirada en la imagen que se mueve. De vez en cuando, ponerle de pie unos instantes, sujetándole con firmeza, para que soporte una pequeña parte de su peso.

Volver la cabeza hacia la persona que le llama.

  1. Llamarle con frecuencia desde donde no pueda ver al adulto, utilizar tonos de voz diferentes para que gire la cabeza buscando el lugar de donde procede la voz.
  2. Jugar a «cucú- tras», apareciendo y desapareciendo del campo visual del bebé. En los momentos del juego en los que no pueda ver el rostro del adulto repetir «cucú» varias veces.
  3. Llamar al bebé desde su lado derecho e izquierdo alternativamente y mostrarle diferentes láminas grandes con una imagen en cada una. Nombrar el objeto, animal o persona de cada imagen.
  4. Situándose en distintos lugares del cuarto, cantarle canciones utilizando diferentes tonos y sonidos (graves, agudos, chasquidos, silbidos, etc.).
  5. Cuando el bebé llora para atraer la atención del adulto, le puede tranquilizar colocándose fuera de su vista y hablando con palabras dulces y cariñosas. El adulto le abraza y sonríe cuando el bebé vuelve la cabeza.
  6. Coger al bebé en brazos de forma que se reflejen las imágenes laterales del bebé y del adulto en el espejo de pared. Atraer su atención para que gire la cabeza y se vea reflejado.

Jugar con sonidos consonánticos.

  1. Frente al bebé, mover los labios como si se hablara pero sin emitir sonidos. Después de unos instantes, hablar con normalidad.
  2. Jugar produciendo sonidos consonánticos y colocar la mano del bebé suavemente sobre los órganos activos del adulto: labios, garganta, pecho, etc. para que perciba las vibraciones.
  3. Jugar con muñecos de guiñol, simulando que los muñecos emiten sonidos.
  4. El adulto se tumba sobre la espalda y coloca al bebé sobre su cuerpo de forma que perciba las vibraciones cuando emita cadenas de sonidos consonánticos.
  5. Movilizar la lengua con el chupete para llevarla arriba, abajo y hacia ambos lados. Esta actividad favorece la ejercitación de los músculos de la lengua.
  6. Jugar con el bebé haciéndole cosquillas, balanceándole, etc. para provocar que emita diferentes sonidos e imitarlos.
  7. Decir al bebé, «ssss» colocando el dedo sobre los labios cerrados, como para pedir silencio; «ttttt» golpeando 2 objetos, «ppp» siguiendo un ritmo, etc.
  8. El adulto susurra sonidos consonánticos al oído del bebé mientras le abraza y le besa.
  9. Grabar los sonidos que emite el bebé y, de vez en cuando, reproducirlos para que los escuche mientras se encuentra jugando solo. Reproducir grabaciones con las emisiones de otros bebés.